viernes, 12 de abril de 2013

Mientras se va la vida III


En esta ocasión quiero comentar acerca de lo que estamos haciendo en nuestro dia a dia para ser cada dia más placentera y fuerte nuestras relaciones con nuestros familiares, amigos y relacionados; como estamos invirtiendo nuestro tiempo en hacer cada dia más armoniosa nuestras relaciones interpersonales.
Muchos no están consciente que nuestro mayor y mas grande tesoro es nuestra familia, es algo de lo que nunca podremos renunciar y negar, siempre serán nuestra familia, por tanto hay que tratar de fortalecer nuestros lazos familiares, nunca poner a un lado una familia por un particular; claro esto en termino normales, pues se y entiendo que hay personas en nuestra familia que no nos permiten desarrollar una buena relación con ellos, por lo tanto aclaro que esto solo aplica para relaciones normales de afectos mutuos familiares. Nunca juzgue a tus padres, esto no solo está declarado para tu Madre, sino también para tu Padre; es sabido que cada cual tiene una única historia de vida, que somos formado por la vida que hemos vivido, de igual manera tus padres han sido marcado por la vida, no los juzgues, trata de entenderlo y tolerarlos; por lo menos agradece el hecho de haberte dado la vida.
Escuchaba un programa matutino de radio "Nosotros con Alfredo Paredes", en el cual su anfitrión comentaba que en ocasiones nos sorprendemos cuando escuchamos a un ser querido hablar algo de su vida, algo que nunca habíamos escuchado de esa persona y nos sorprendemos porque nunca ese ser nos había hablado de eso tan importante de su vida, el locutor decía que esto sucede porque muchas veces no les permitimos a ese ser querido, a ese amigo, a ese padre, a esa madre, a ese hermano o hermana, a ese amante, esposa, esposo o pareja expresar sus sentimientos, sus cosas más intimas, porque no le damos el chance, la oportunidad de hablar, de conversar con nosotros, pues cuando llega ese momento de apertura interrumpimos ese momento con una queja o algún reclamo y hacemos que ese ser querido se llene de temor o de dudas, pues no sabe cómo será recibido ese sentimiento esa información propia de él. Procuremos que cada momento, cada contacto con las personas que nos rodean, sean momentos memorables, positivos que agreguen valor al espíritu, al alma; para que discutir, para que enojarse.
En mi caso particular, quizás el 90% de las publicaciones que he hecho por este medio, son considerada basuras por persona muy cercana a mí, muchas de mis conversaciones sociales y de mis preferencias son motivo de molestias para la persona que viene a ocupar un lugar de mucha importancia en mi vida; esto me ha llevado a no compartir esto con esa persona, para evitarle sufrimientos, enojos, vergüenzas y molestias; solo me satisface el hecho de poder hablarlo, de poder expresarlo libremente y crecer como ser humano, sentirme libre y mucho más aun la gracia, el honor, el placer y la gran satisfacción de saber que otros han podido apreciar, valorar y quizás aprovechar algunas de mis loqueras, de mis razonamientos; no te niegue a ti mismo, por solo darle la razón a otro, se puede amar, querer en libertad, si lo que haces no le hace daño a nadie, y te llena de satisfacción, no deje de hacerlo. Vive y Convive.

1 comentario:

Elaine Guzmán dijo...

Ramón,

Estoy de acuerdo en muchas cosas que compartes en esta publicación. Pues si fuésemos capaces de empatizar más con los demás e invertir en nuestras relaciones interpersonales con nuestros familiares, amigos y conocidos cada día fuera más placentero de vivir y convivir.

Además, algo que has mencionado y que muchas veces no ponemos en práctica es tratar de comprender que cada quien ha tenido una historia que ha marcado su carácter y por ende, es necesario ponernos el zapato del vecino para dejar de juzgarlo tanto y comprenderlo más.

Felicidades por tu trabajo...